lunes, 27 de diciembre de 2010

SIN LUZ

Ella es así, aparece en mi vida como lo hizo la última vez sin yo buscarla, simplemente aparece con un mensaje a las 2 de la mañana diciendome te nesecito. Y tengo que responder, porque se lo prometí. Esa manía mía de cumplir lo que prometo. Me levanto y me olvido de ponerme la camisa, cojo el telefono y salgo a la terraza. No siento frío, buena señal. Está llorando, porqué llora. No... no empieces NO. Le dices que no te llame para esas cosas, que si se cree que es la única que lo esta pasando mal se equivoca. Te dice de quedar mañana, pero no puedes, tienes cosas que hacer. Entonces te vuelve a sorprender como lo hacía antes con un tímido: " No sabes cuanto te nesecito a mi lado.". Y tu te preguntas que es lo que haces para que la gente no quiera olvidarse de tí aún haciendo todas las cosas posibles para hacerlo. Las tratas mal, no les hablas, les aportas indiferencia, pero aún así, siguen y siguen. Esas personas no se dan cuenta que así sólo se estan haciendo daño, porque yo no olvido porque no quiero, no porque me lo haya propuesto. Y a mi no me hace daño el recuerdo, a ellas si. Así que definitivamente la gente tiene la manía de sufrir. Pasas por un centro comercial a día siguiente y le compras la misma chaqueta que le tirastes a la basura, después vas a su casa y se lo dejas en el buzon. Después vas a la cita con las que has quedado, huele igual que siempre. Me estoy empezando a asustar eso que con el olor de la gente sea capaz de conocerlas, me recordó a la película de el perfume, pero yo no mato a gente. Pero soy capaz de distinguirla por el olor. Tengo muy desarrollado ese sentido al igual que la vista. Mi capacidad de obserbación es asombrosa, con un simple movimiento de cara puedo verlo todo. Mi capacidad de contenerme también, mantengo el control de la situación en todo momento. Y esto sólo me ha servido para convertirme en más frío que antes, en mantener a raya cada sentimiento. Y decirle de aqui no pasas. Soy capaz de renunciar a todo, de quedarme solo y salir adelante, porque nadie me tira de cabeza, yo siempre caigo de pie. Y me trago todos mis problemas yo solo, y aunque esté mal me lo trago tambien. Nada ni nadie, se tiene que enterar de mis problemas. Eso es así, soy así y nadie es capaz de aguantarlo, por mucho que se engañen de que sí.

Tarde entretenida que solo te sigue aportando diversión, como siempre, no ha cambiado, es demasiado... típica. Está bien mantenerla como solo eso, pero mientras tanto sigues buscando estrellas fugaces, porque en esta no hay mucha más luz que sacar.