martes, 21 de diciembre de 2010

K.O

Delante mía he visto mucha gente llorar:  mi madre, mi padre, mi abuela, a la mayoría de mi familia. He visto llorar a amigos, personas que pasan por mi vida. Siempre he visto el llorar como símbolo de desahogo, pero intento que no me salga en público, de hecho solo he llorado delante de mi padre, mi único amigo y ella. Esas personas son las únicas que me han visto llorar, no es agradable, suelo ser muy violento. De todas estas lágrimas, que he visto, ninguna me habían conmovido como las de hoy. Unos ojos verdes llenos de luz, llenos de sentimientos e impotencia. Rabia. Golpeandome con los puños, casi sin fuerzas y yo solo me limité a sujetarla, y a mirarla fijamente, con la mayor indiferencia posible y a la vez notando como el alma se me estaba rompiendo a cachos por dentro. Notar su dolor, pero a su vez no poder expresarle el mío. Y al verla montarse en la guagua notar como una parte de mí, se iba con ella y sabía que no regresaría nunca más. Volver caminando a casa y saber que ese camino era el que hacíamos cada vez que venía. Llegar a casa y no poder evitar pensar en ella. Mierda, se dejó la rebeca. Olía a ella... me mata. Maldito el día que elejimos una canción tan común como para que saliera en la radio, la radio ahora está rota, hecha pizcos contra la pared. Solo me queda una cosa tumbarme en la cama y recordar... Ella riendo, ella sonriendome, ella arqueando una ceja, sus besos, sus caricias, nuestras peleas de pressing catch que siempre acababan en besos y más caricias. Ella y yo tumbados en la cama, ella durmiendo y yo pensando en la página del tuenti de : " Dejame el tiempo que no nosecites y lo invertiré en caricias en tu espalda". Ella sobre mi hombro, porque me dijo que de aquí no me muevo y la cojí en peso. Ella diciendome que siempre a su lado... ella llorando... ella triste.. por mi culpa. El único consuelo : es lo mejor, la única manera de que sea feliz es... sin mí, porque este amor, mata. Nos acabaríamos matando, estabamos destinados a estar juntos para sufrir, para abrir viejas cicatrices y posiblemente aguantaríamos, pero eso... no es vida. Ella se merece lo mejor del mundo, no yo. Se merece un principe que la trate como una princesa y le dé el mejor de los castillos, que le cumpla todos sus deseos, que sea capaz de quererla y amarla. Pero tengo claro una cosa, no lo hará como yo. Nadie sabe cuanto duele renunciar a algo que era una luz en medio de la oscuridad que te rodea día a día, nadie lo sabe. Nadie sabe lo que es despertarse cada mañana desesperado, sabiendo que el  amor de tu vida se despierta junto a un hombre inadecuado... Aunque al mismo tiempo, esperas que encuentre la felicidad, aunque no sea contigo. Nadie sabe lo que es provoarle un mal a una persona que no quieres que se vaya, pero porque es lo correcto lo haces. Nadie tiene ni puta idea de lo que es renunciar a lo que quieres, por voluntad propia sabiendo que no lo volverás a recuperar... nunca más. Un último beso. Normalmente siempre me gusta controlar los besos que doy, el como los doy etc.. Esta vez con el último beso no tube nada que controlar, eran mis sentimientos plasmados en un beso, intenté expresarle lo mucho que la quería, porque los besos más difíciles no son los primeros... sino.. el último.

Y para estos casos siempre me desahogo con lo mismo, casco y moto. Es cuando te das cuenta de que no hace falta un Mario Casas ni un Federico Moccia, que te diga lo que es ir a 200 por hora,a toda ostia, que no quieres enterarte de lo que pasa alrededor, pero de repente, aparece alguien que te dice que aflojes, y cuando aflojas te das cuenta de las cosas. Eso es algo que no está bien, pero una de las cosas buenas que me ha dado mi padres es el enseñarme a montar en moto y cada vez que él no está y la nesecito, pues la cojo. Siempre la misma ruta, la carretera, la moto y la luna con las estrellas quedan reflejadas en el mar... Llevo tiempo haciendolo, pero es un secreto, siempre acabo en el mismo mirador y antiguamente cuando llegaba arriba me encendía un cigarrillo y nadie me decía nada, porque no había nadie, ahora no hago esto último porque es algo que he quiado de mi vida. Pero me basta sentarme en la balustrada con 40 metros de caída libre y una moto a mis espaldas, con las llaves puestas. Me ayuda a relajarme y lo que más me ayuda, mi mayor secreto... es la adrenalina. Velocidad, sentir que como te cojan te puede caer un buen puro, sentir que se te puede ir la moto y enrriscarte, pero en la cabeza solo te quedas fascinado por la luna. Llego a casa y me mato a todo tipo de ejercicio, hasta quedar exsahusto.

Mi última desición antes de hacer esto, será como no, desaparecer, nadie tendrá información de mi en todas las navidades, nadie, sabrá donde estoy, nadie sabrá que hago, nadie podrá encontrarme. De todas formas, nadie querrá buscarme, me he encargado personalmente de que nadie quiera verme ni en pintura estas navidades, mejor. Mientras tanto.. yo siempre estoy bien. Soñaré tranquilo, no tendré ningún tipo de problema.. guay todo, superchachi en verdad. Es normal que estes enfadado, pero no hago más que seguir lo que tú me enseñastes, te averguenzas de lo que has creado ? Demasiado tarde viejito, esta es mi vida.

Cambio y corto.. tal vez para después de Navidades.. tal vez para siempre, tonight is the last nigth goodbye God que te follen una vez más, capullo.