lunes, 14 de marzo de 2011

written in the stars

Es extraño, la gente, dice de mí que gracias a mis blogs, los que escribo en mi red social, aprenden mucho. Los valoran y cada vez que escribo uno me llega un mensaje de diferentes personas, personas que no he hablado con ellos en mi vida, personas que no conozco, personas hasta que no forman parte de mi perfil. " Me gusta lo que escribes", "Deberías publicarlos", "Que bonito tu blog". Incluso hombres, diciendome que habian llorado con algunos de ellos. Yo, después de escuchar todo eso, me doy más cuenta aún de mi fracaso. Escribo no porque quiera hacer algo bonito, no quiero que la gente se sienta mal con ellos. Me halaga, que la gente se siente delante de su ordenador y una de las cosas que haga es visitar mi perfil, no para verme a mí, sino a ver si he publicado algo. Es por lo que sigo escribiendo, pero digo decepcionado, porque nadie me dice: me has ayudado mucho, gracias a tu blog, veo las cosas más claras. No, se dedican a ver lo bonito que hay en él, pero nadie ve que cada palabra significa algo, nadie ve que hay mensajes subliminales en cada blog, nadie ve los gritos de socorro que pido. Nadie ve, verdaderamente para que escribo. Y para nada lo que escribo tiene que ver conmigo, en ellos animo a la gente a luchar, a salir adelante, a que vivan sus sueños. Yo, no creo en los sueños, nos pasa a las personas que cada noche tenemos una pesadilla distinta, que cada vez dormimos menos y que cada vez tengo más ojeras. No concuerdo con nada de lo que escribo allí, lucho mi vida porque no me queda otra. La vivo así, con esta adrenalina porque mi organismo lo nesecita, y esque mi propia medicina me puede matar.

Hasta el punto de hacer lo que hago, sin importarme ningún principio, no soy un hombre de principios, ni de honor. Hago lo que haga falta para sacar adelante a los mios, así es como he vendido mi alma al diablo hasta el punto de estoy pagando todas mis maldades. La carencia de sentimientos, esa capacidad para jugar con la gente a mi antojo y el saberlo me da más juego, la peor sensacion: sentirme intocable. Vivo mi vida como pocos, porque a nadie le han enseñado lo que a mí, soy único, capaz de permanecer callado. Me escondo en las sombras, para servir a la luz. Pero siempre, en los puntos de flaqueza, saco aún más fuerza: Dios ? No, soy yo, yo mismo saco fuerzas, me las invento, porque no puedo permitirme el lujo de caer, porque definitivamente yo, no nací para ser salvado..