Las heridas sanan. Y estoy con mi vida muy a gusto. Me noto como relajado, dentro de toda la tensión, porque no me la tomo en serio. Tampoco tengo a nadie que me meta presión con nada, porque ultimamente paso desapercibido. Haciendo mis locuras pero paso desapercibido. Es en esta etapa de mi vida cuando puedo decir, que no me falta de nada, he luchado tanto física como mentalmente para eso. Porque nunca llueve eternamente, es nesesario luchar para eso, mis horas de gimnasio. Mi tiempo de meditación, mis largas horas escribiendo en la libreta, el boxeo, todas mis locuras, son los que me han ayudado a ser el de antes. No era tan complicado al fin y al cabo, siempre fuí esto que soy, por mucho que quisiera engañarme. Mi vida está en un punto de equilibrio máximo, donde los momentos se disfrutan y no se piensan, pero a la vez se planean.
Llegar ayer para disfrutar de los carnavales, estar un rato con los colegas y de repente un mensaje, los colegas están bien, pero una dama.. está mejor. Me despedí de ellos a grito de ánimo cabrón jajajajaja Seguidamente me senté en un banco y pude ver su cara por la ventana, le hice un gesto con la mano. Tardó en bajar, posiblemente no esperaba que le dijera que iba a ir. Y cuando bajó, me quede mirandola de arriba abajo, estaba muy... sujerente. Le dije lo guapa que estaba a lo que me respondió que dejara de decir boberias, lo primero que hice fue improvisar un perchero en el manillar de la puerta del portal. Este hecho le impresiono mucho y dijo que por esas pequeñas cosas que nadie hace era diferente. Lo que más me sorprendió que me sentí muy a gusto, eso de que te quedas abrazado a ella los dos callados. Y al final ni cabalgata ni nada, porque salí de alli muy tarde.
Cuando salí ya se habían ido todos, pero me dio igual, no habia sido una cabalgata desaprovechada, me gusto mucho pasarla con ella. De todas formas, la vere en el instituto, como la veo todos los dias, no se a donde me va a llevar esto, pero por ahora estoy a gusto.
