miércoles, 2 de marzo de 2011

GBYE

Como bien me suelen advertir, esta vida que llevo no me llevará a nada bueno, al fin y al cabo es una vida de contradicciones, yo en sí, soy una contradicción, un día quiero una cosa, otro día ya no, no soy caprichoso, pero sí selectivo. He visto a llorar a mucha gente, verdes oceanos, que me hacían perderme en un mundo indescriptible. Azules como el mar de las profundidades, tristes, pero que aún así, fascinaban. Marrones como un gran desierto, que poco a poco iba recuperando la luz que en su día perdió. Avellana como los de una mujer que tenía miedo, pero que afrontaba lo que le venía. Todos ellos miraban a unos simples ojos marrones como los míos, todos ellos, buscaban respuestas, un ¿ Por qué ?. Respuestas que yo callé y no dije, cosas que nunca diré y que quedarán guardadas en lo más profundo de mi ser. Porque puedo enfrentarme a un hombre, el doble de alto y de ancho, me deja el labio hinchado y tener los cojones de decirle: " Ahora me dolerá besar a tu novia, pero voy a seguir follandomela ". Y seguidamente pegarle un puñetazo en el ojo, lleno de rabia, aún sabiendo que eso le enfadaría más. Soy capaz de hacer cosas que otras personas no son capaces de hacer. Porque las temen, pero yo no le temo a nada, ni a nadie. Afronto mi día a día como si fuera una prueba, que he de superar, pase lo que pase, porque más personas dependen de mí. Y sólo alguien como yo sabe lo que es estar completamente sólo, gente a tu alrededor que te consideran amigo, pero tu no a ellos. Familia que nunca sabran de donde vienen esos billetes de 50 €. Y gente que hechas de tu lado, disimuladamente, porque crees que es lo mejor para ellos. La gente se cansa, porque anda es para siempre, ni el querer ni el que se esten preocupando cada día por tí, al fin y al cabo no soy nadie.

No soy alguien de respuestas, de hecho aplico el método Socrático, para una pregunta respondo con otra pregunta, no porque tema contestarla, sino porque me gusta ver las reacciones de la gente, sacar lo mejor de ellas, y no me da dolor, ni lo considero inhumano ultilizar a la gente para que me den lo que yo quiero. Pero se puede decir que me canso rápido, aún así, no soy alguien en el que se deba temer, no causa más que lo que he advertido. Pero las ilusiones son fáciles de crear, por mucho que adviertas, siempre intentan ver más allá, pero desgraciadamente, detrás de este frío corazón no hay más que escarcha. El tiempo me ha vuelto un témpano de hielo, durante este tiempo de desaparecer del mapa o al menos intentarlo, me han pasado muchas cosas, peleas, discusiones, enfermedad, sexo, drogas, alcohol y el preguntarme si estoy haciendo lo correcto llevando este modo de vida. Pero nunca hago lo correcto, por eso he perdido muchos amigos, chicas, gente que me importaba, pero se cansan, se cansan de que siempre vean en mí una decepción constante. No les culpo, he decidido que hasta que todo esto pase, consiga el dinero, la moto, me iré. Alistarme en el ejército, que me lleven a ver el mundo, Afganistan, conseguir más dinero, emociones fuertes, y si me matan, pues morir como me gusta, a base de adrenalina. Y lo haré sin avisar a nadie, pero será pronto, dejar los estudios, centrarme en "el trabajo" de ahora y salir adelante, cuando todo acabe. Le ahré ese favor a mi padre de desaparecer de su vida, al fin y al cabo, soy el mal, de la familia la "oveja negra". Y posiblemente tenga razón, todos tienen razón, pero me admiro a mí mismo, aún no valiendo nada, creyendome que valgo más que todos, sacando todo adelante como el que más, llevandome por delante a quien haga falta, y ahora, sólo me queda disfrutar del poco tiempo que me queda en mi isla. Semana Santa, Cádiz, un sitio del que espero no regresar y seguir mi ruta, al fin y al cabo, nunca he tenido ni un destino, ni una felicidad, ni nada claro. Simplemente soy... un filósofo de la calle.