domingo, 2 de enero de 2011

YO SOY EL HOMBRE QUE NO EXISTE PARA OTROS

A través de los siglos hubo hombres que dieron los primeros pasos por nuevos caminos armados tan solo con su propia visión. Sus objetivos eran diferentes, pero todos tenían esto en común: El paso era el primero, el camino nuevo, la visión original, y la respuesta que recibieron: Odio...Pero los hombres de visión original siguieron adelante. Lucharon, sufrieron y pagaron su precio. Pero ganaron. ¿Por qué siempre nos enseñan que lo fácil y malvado es hacer lo que queremos y que debemos disciplinarnos para reprimirnos a nosotros mismos? Es la cosa más difícil del mundo: Hacer lo que queremos. Y necesita del más elevado tipo de coraje. Quiero decir, lo que realmente queremos. Para decir: "Yo te quiero", uno debe saber primero como pronunciar el "Yo". La persona que ama a todo el mundo y se siente en su casa en todos los sitios es el que verdaderamente odia a la humanidad. No espera nada de los hombres, y por lo tanto ninguna forma de depravación puede indignarle.

Estaba pensando en la gente que dice que la felicidad es imposible en la tierra... Miren cuán duramente tratan todos de encontrar alegría en la vida. Miren como luchan por eso. ¿Por que tienen que existir seres humanos con dolor? ¿Puede alguien pretender que un ser humano exista para otra cosa que no sea para su propia alegría? Todos la quieren, pero nunca la encuentran. Me pregunto el porqué. Ellos se quejan y dicen que no comprenden el significado de la vida. Hay una clase especial de gente a la cual desprecio. A la que busca un propósito más alto o un fin universal; a la que no sabe para qué vive, que gime buscándose a sí misma. Lo oímos en nuestro entorno. Esto parece ser el lugar común oficial de nuestro siglo. Lo encuentra en cada libro que abre, en cada babeante confesión. Parece que fuera una cosa noble y digna de ser confesada. Yo creo que es la más vergonzosa.

Cambiaría el más bello atardecer del mundo por una sola visión de la silueta de Las Palmas. Particularmente cuando no se pueden ver los detalles. Sólo las formas. Las formas y el pensamiento que las hizo. El cielo de la ciudad y la voluntad del hombre hecha visible. ¿Qué otra religión necesitamos? Y entonces la gente me habla de peregrinaciones a algún agujero infecto en una jungla, a donde van a homenajear a un templo en ruinas, a un monstruo de piedra con barriga, creado por algún salvaje leproso. ¿Es genio y belleza lo que quieren ver? ¿Buscan un sentido de lo sublime? Dejadles que vengan a Las Palmas, que vengan a la orilla de la avenida, miren y se pongan de rodillas. Cuando veo la ciudad desde mi ventana -no, no siento lo pequeño que soy, sino que siento que si una guerra viniese amenazar esto, me arrojaría a mí mismo al espacio, sobre la ciudad, y protegería estos edificios con mi cuerpo.

Son los que viven de prestado...no les importan los hechos, las ideas, el trabajo. Les importa sólo la gente. No preguntan: "¿Es esto cierto?". Preguntan: "¿Es esto lo que los demás creen como cierto?". No juzgar, sino repetir. No hacer, sino dar la impresión de que se hace. No creación, sino espectáculo. No habilidad, sino amistades. No mérito, sino chantaje. ¿Qué pasaría con el mundo sin aquellos que hacen, piensan, trabajan producen? Esos son los egoístas. Uno no piensa con el cerebro de otro y uno no trabaja con las manos de otro. Cuando uno suspende su facultad de juicio independiente, uno suspende su consciencia. Detener la consciencia es detener la vida. Los que viven de prestado no tienen sentido de la realidad. Dense cuenta de cómo ellos aceptan cualquier cosa, excepto a el hombre que permanece sólo. Lo reconocen al instante...Hay un odio especial, insidioso, reservado para él. Ellos perdonan a criminales. Ellos admiran a dictadores. El crimen y la violencia son un lazo. Ellos necesitan lazos. Ellos tienen que forzar sus miserables pequeñas personalidades sobre todas las personas con que se encuentren. El hombre independiente los mata. Nada se le regala al hombre en la tierra. Todo lo que necesita ha de ser producido. Y aquí el hombre se enfrenta a su alternativa básica: Puede sobrevivir sólo de una de las dos maneras siguientes: Por el trabajo independiente de su propia mente o como un parásito alimentado por las mentes de otros. El creador origina. El parásito toma prestado. El creador se enfrenta a la naturaleza sólo. El parásito se enfrenta a la naturaleza mediante un intermediario. La preocupación del creador es la conquista de la naturaleza. La preocupación del parásito es la conquista de otros hombres.

"El hombre solitario es una bestia o un dios."